De acuerdo con un análisis realizado en Taiwán en el año 2015, hasta la mitad de las personas que viven con migraña afirman que los cambios en el clima pueden desencadenar sus ataques.

Las tormentas, las temperaturas extremas y los cambios en la presión barométrica pueden contribuir a tales ataques al alterar los niveles de serotonina y otras sustancias químicas del cerebro.

Las investigaciones hasta el momento realizadas sobre la conexión entre la migraña y el clima han arrojado resultados mixtos, en parte porque es difícil de estudiar. Los cambios climáticos pueden desencadenar diversas reacciones, por lo que es difícil para los investigadores delimitar una causa.

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Recuerda que no todos responden de la misma forma a cada cambio de clima.

El calor provoca ataques de migraña en algunas personas, mientras que otras sufren ataques cuando baja la temperatura. Ciertas personas son más sensibles que otras a los cambios de temperatura y humedad.

En algunos casos, muchos factores distintos se unen para desencadenar un ataque de migraña. Por ejemplo, puedes experimentar un ataque durante los días húmedos, pero solo si también estás estresado(a) o con hambre.

 

Fuente: Healthline