Algunos tipos de medicamentos pueden reducir la capacidad de tu cuerpo para protegerte de las infecciones fúngicas (infecciones por hongos). Por ejemplo, los antibióticos destruyen las bacterias beneficiosas junto con las bacterias dañinas. Esto puede permitir que los hongos prosperen y queden libres de competencia.

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El uso prolongado de corticosteroides también puede incrementar el riesgo de infección por hongos. Sumado a ello, los tratamientos contra el cáncer, incluidas la quimioterapia y la radiación, pueden aumentar tu riesgo de infecciones fúngicas.

Con base en la información anterior, si tu sistema inmunológico se ha debilitado, pregúntale a tu médico qué pasos puedes tomar para limitar tu riesgo de adquirir o desarrollar infecciones fúngicas.

 

Fuente: Healthline