Los medicamentos antimicóticos o antifúngicos se utilizan para tratar las infecciones por hongos, las cuales suelen afectar la piel, el cabello y las uñas, así lo indica el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS).

Puedes comprar algunos medicamentos antimicóticos en cualquier farmacia sin necesidad de una receta médica.

Infecciones que los antifúngicos pueden tratar

Las infecciones por hongos que se tratan comúnmente con estos medicamentos incluyen:

  • Tiña
  • Pie de atleta
  • Infección por hongos en las uñas
  • Candidiasis vaginal
  • Algunos tipos de caspa severa

Algunas infecciones por hongos pueden crecer dentro del cuerpo y deben tratarse en el hospital. Ejemplos de ellas incluyen:

  • Aspergilosis, que afecta los pulmones
  • Meningitis fúngica, que afecta al cerebro

Cabe mencionar que tienes más riesgo de contraer una de estas infecciones fúngicas más graves si tienes un sistema inmunológico debilitado, por ejemplo, si estás tomando medicamentos inmunosupresores (que inhiben el sistema inmune).

Tipos de medicamentos antimicóticos

Los tipos de medicamentos antimicóticos que puedes adquirir incluyen:

  • Cremas, geles, ungüentos o aerosoles
  • Cápsulas, tabletas o líquidos
  • Inyecciones
  • Pesario: una tableta pequeña y suave que se coloca dentro de la vagina

Conoce más: 11 consejos para prevenir una infección por hongos en las uñas de los pies

Los nombres comunes de los medicamentos antimicóticos incluyen:

  • Clotrimazol
  • Econazol
  • Miconazol
  • Terbinafina
  • Fluconazol
  • Ketoconazol
  • Anfotericina

Cómo funcionan los medicamentos antimicóticos

Los medicamentos antimicóticos funcionan de una de las siguientes formas:

  • Matan el hongo
  • Evitan que el hongo crezca

Cuándo acudir con un médico

Consulta a tu médico de cabecera si crees tener una infección por hongos. Ella/él pueden aconsejarte sobre qué medicamento antimicótico es mejor para ti.

Si tomas demasiado de algunos de estos medicamentos o no sabes qué dosis usar, también debes consultar a tu proveedor de atención médica.

Finalmente, si te aconsejan ir al hospital, lleva contigo el envase del medicamento para que los profesionales sanitarios que te traten sepan lo que has tomado.

 

Fuente: NHS