La hepatitis es la inflamación del hígado a causa de un virus. Las personas que tienen hepatitis fulminante suelen desarrollar los síntomas que se observan en la hepatitis viral. Posteriormente, desarrollan con rapidez una insuficiencia hepática grave, que suele ser potencialmente mortal. Esto puede ocurrir en horas, días o, en ocasiones, semanas, así lo indica Michigan Medicine, en Estados Unidos.
Los síntomas de insuficiencia hepática grave incluyen:
- Confusión.
- Irritabilidad extrema.
- Conciencia alterada. (Esto generalmente conduce a la pérdida del conocimiento o al coma).
- Defectos de la coagulación sanguínea.
- Acumulación de líquido en la cavidad abdominal, brazos y piernas.
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La única forma conocida de prevenir la hepatitis viral fulminante es evitar la infección por hepatitis viral.
Ningún medicamento puede revertir la hepatitis fulminante. Las personas que la padecen deben ser hospitalizadas en una unidad de cuidados intensivos. Mientras permanezcan ahí, pueden ser atendidas hasta que su condición se vuelva más estable. En algunos casos, un trasplante de hígado es la única opción para salvarles la vida. Las personas menores de 40 años que sufren hepatitis fulminante tienen más probabilidades de recuperarse que los adultos mayores y que las personas que tienen enfermedad hepática crónica.
Dependiendo de la causa de la hepatitis fulminante, entre 40 y 70 de cada 100 personas se recuperan sin un tratamiento importante.
