Una dosis semanal de luz roja intensa por la mañana podría proteger la visión que se va perdiendo a medida que las personas envejecen, así lo dio a conocer un estudio realizado por expertos del University College de Londres (UCL) y publicado en la revista Scientific Reports.

«El uso de un simple dispositivo LED una vez a la semana recarga el sistema de energía que se ha deteriorado en las células de la retina, algo así como recargar una batería», indicó Glen Jeffery, autor principal del trabajo.

En una investigación previa, los científicos encontraron que la exposición diaria de tres minutos a la luz roja profunda de onda larga activaba las células mitocondriales productoras de energía en la retina, lo que impulsaba la disminución natural de la visión.

En este nuevo estudio, los autores querían evaluar el efecto de una sola exposición de tres minutos una vez a la semana y si la exposición por la mañana o por la tarde marcaba la diferencia.

El trabajo incluyó a 13 mujeres y 7 hombres de entre 34 y 70 años, quienes no tenían ninguna enfermedad ocular y contaban con una visión normal de los colores. Los participantes fueron expuestos a tres minutos de luz LED de color rojo oscuro de 670 nanómetros (nm) por la mañana entre las 8 a.m. y las 9 a.m.

Su visión del color se evaluó nuevamente tres horas después de haber sido expuestos, y también se evaluó a 10 participantes una semana después de la exposición.

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En promedio, hubo una mejora «significativa» del 17% en la visión del color, que duró una semana. Algunos de los participantes mayores tuvieron una mejora del 20% que duró una semana, revelaron los hallazgos.

Cuando se realizó el mismo experimento por la tarde, no se observó mejoría en la visión del color, encontró el estudio.

«Demostramos que una sola exposición a la luz roja profunda de onda larga por la mañana puede mejorar significativamente la visión en declive, que es un problema importante de salud y bienestar que afecta a millones de personas en todo el mundo», destacó Jeffery, quien es profesor en el Instituto de Oftalmología del UCL.

«Esta simple intervención aplicada a nivel poblacional tendría un impacto significativo en la calidad de vida de las personas a medida que envejecen y, probablemente, dará lugar a una reducción en los costos sociales que surgen de los problemas asociados con la visión reducida», añadió.

Jeffery subrayó que la tecnología es «simple y muy segura». También cree que un dispositivo fácil de usar podría estar disponible a un costo asequible para el público en general.

«En un futuro cercano, una vez a la semana, podrías exponerte tres minutos a la luz de color rojo intenso  mientras te preparas un café o mientras escuchas un podcast, y una adición tan simple podría transformar el cuidado de los ojos y la visión en todo el mundo», finalizó el especialista.

 

Fuente: Health Day News