La automedicación es una práctica común que puede parecer inofensiva, pero conlleva riesgos como reacciones adversas, resistencia a los antibióticos o complicaciones de enfermedades no diagnosticadas. Seguir estrategias simples ayuda a proteger la salud y prevenir consecuencias graves.

1. Consulta siempre a un profesional de la salud

Ante síntomas persistentes, acudir a un médico es la mejor manera de recibir un diagnóstico adecuado y el tratamiento correcto. Automedicarse puede enmascarar enfermedades más serias.

2. Evita usar antibióticos sin receta

El uso inadecuado de antibióticos favorece la resistencia bacteriana. Solo deben tomarse bajo prescripción médica y siguiendo las indicaciones al pie de la letra.

3. No combines medicamentos sin orientación

Mezclar fármacos puede generar interacciones peligrosas. Antes de tomar cualquier medicamento adicional, es importante consultar con un especialista o farmacéutico.

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4. Lee y respeta las indicaciones de cada medicamento

Incluso los analgésicos o fármacos de venta libre pueden causar efectos secundarios. Seguir las dosis indicadas en la etiqueta y no prolongar el consumo sin supervisión es fundamental.

5. Infórmate y promueve hábitos saludables

Muchas molestias menores pueden prevenirse con buena alimentación, descanso adecuado e hidratación. Adoptar estos hábitos reduce la necesidad de medicarse innecesariamente.

Evitar la automedicación protege tu salud y la de tu familia, garantizando tratamientos seguros y efectivos para cada situación. ¡Cuídate!

 

Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS)