La hiperhidrosis ocurre cuando hay sudoración anormal y excesiva que no está relacionada con el calor o el ejercicio. Entre los tratamientos comunes destacan: utilizar antitranspirantes recetados, medicamentos y cirugía para extraer las glándulas sudoríparas o desconectar los nervios responsables de la sobreproducción de sudor.
El tipo de hiperhidrosis que normalmente afecta manos, pies, axilas o cara se presenta al menos una vez por semana, durante el día. Y la sudoración generalmente se produce en ambos lados del cuerpo.
Desafortunadamente, existen ciertas complicaciones, como:
- Infecciones. Las personas que sudan abundantemente son más propensas a presentar infecciones en la piel.
- Impacto en el plano social y emocional. Tener las manos húmedas o mojadas y la ropa empapada por el sudor puede afectar emocionalmente a algunas personas.
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Es importante que busques atención médica inmediata si la sudoración intensa está acompañada de aturdimiento, dolor en el pecho o náuseas. También si:
- La sudoración perturba tu rutina diaria.
- La sudoración causa angustia emocional o retraimiento social.
- Repentinamente comienzas a sudar más de lo habitual.
- Tienes sudoraciones nocturnas sin razón aparente.
Recuerda que, en ocasiones, la sudoración excesiva es un signo de una enfermedad grave. Visita a un profesional de la salud si presentas los síntomas.
Fuente: Mayo Clinic