Las ampollas son sacos llenos de líquido en la capa externa de la piel. Se forman debido al roce, al calor y a causa de enfermedades de la piel. Son más comunes en las manos y los pies, a decir de especialistas de Mayo Clinic.

Si una ampolla no es muy dolorosa, se recomienda mantenerla intacta. La piel intacta sobre la ampolla puede proporcionar una barrera natural contra las bacterias y reduce el riesgo de infección. 

Pasos a seguir

  • Cubre la ampolla con un vendaje o un apósito adhesivo de molesquín. 
  • Corta un trozo del apósito en forma de dona y coloca la almohadilla de forma tal que rodee y proteja la ampolla. 
  • Cubre la ampolla y el apósito con una gasa.

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Para aliviar el dolor relacionado con las ampollas, extrae el líquido dejando intacta la piel que las recubre. A continuación, te explicamos cómo hacerlo:

  1. Lávate las manos y limpia la ampolla con jabón y agua tibia.
  2. Limpia la ampolla usando un hisopo con yodo.
  3. Limpia una aguja afilada con alcohol.
  4. Usa la aguja para pinchar la ampolla en varios lugares cerca de los bordes. Permite que el líquido drene, pero deja en su lugar la piel que recubre la ampolla.
  5. Aplica un ungüento en la ampolla y cúbrela con una venda de gasa antiadherente. Si aparece sarpullido, deja de usar el ungüento.

Atención de seguimiento

Revisa la zona todos los días para comprobar que no haya infección. Después de varios días, utiliza una pinza pequeña y unas tijeras esterilizadas con alcohol para cortar la piel muerta. Si es posible, aplica más ungüento y coloca un apósito.

Para evitar las ampollas a causa de la fricción en los pies, utiliza zapatos que te queden bien. Los calcetines que absorben la humedad también son de gran ayuda. Prueba varios calcetines, zapatos y plantillas que estén diseñados específicamente para reducir la aparición de ampollas. 

Busca atención médica si la ampolla parece estar infectada. Si tienes diabetes o mala circulación, llama a un profesional de la salud antes de tratar la ampolla en casa.

 

Fuente: Mayo Clinic