El hogar debe ser un lugar seguro y saludable, pero a veces estamos expuestos a toxinas sin darnos cuenta. Estas sustancias, presentes en productos de limpieza, cosméticos, alimentos y más, pueden afectar nuestra salud a largo plazo. Aquí te ofrecemos algunas estrategias para reducir la exposición a toxinas en tu hogar:

1. Elige productos de limpieza naturales

Los productos de limpieza convencionales a menudo contienen químicos agresivos que pueden irritar la piel, los ojos y las vías respiratorias. Opta por alternativas naturales como el vinagre, el bicarbonato de sodio y el jugo de limón. También puedes buscar productos ecológicos que no contengan ingredientes tóxicos.

2. Ventila tu hogar regularmente

El aire interior puede estar más contaminado que el exterior debido a la acumulación de toxinas provenientes de productos químicos, moho y polvo. Abre las ventanas diariamente para mejorar la circulación del aire y reducir la acumulación de contaminantes.

3. Evita plásticos con BPA

El bisfenol A (BPA) es un químico presente en algunos plásticos que puede interferir con las hormonas del cuerpo. Utiliza envases de vidrio, acero inoxidable o plástico sin BPA para almacenar alimentos y bebidas, y evita calentar alimentos en recipientes plásticos en el microondas.

4. Elige cosméticos y productos de cuidado personal naturales

Muchos productos de cuidado personal, como champús, jabones y maquillaje, contienen parabenos, ftalatos y otros químicos dañinos. Lee las etiquetas y opta por productos naturales o ecológicos que no contengan estos ingredientes.

5. Compra alimentos orgánicos

Los pesticidas utilizados en la agricultura convencional pueden dejar residuos en frutas y verduras. Siempre que sea posible, elige alimentos orgánicos para reducir la exposición a estos químicos. Si no puedes comprar todo orgánico, prioriza aquellos alimentos que suelen tener mayores residuos de pesticidas, como las fresas, las manzanas y las espinacas.

6. Reduce el uso de fragancias artificiales

Las fragancias sintéticas en velas, ambientadores y productos de cuidado personal pueden liberar compuestos orgánicos volátiles (COV) que afectan la calidad del aire. Opta por fragancias naturales como aceites esenciales o elige productos sin fragancia.

7. Filtra el agua

El agua del grifo puede contener trazas de metales pesados, cloro y otros contaminantes. Utilizar un filtro de agua en la cocina o en toda la casa puede ayudar a reducir la exposición a estas sustancias.

8. Revisa los muebles y textiles

Algunos muebles y textiles están tratados con retardantes de llama y otros químicos tóxicos. Cuando compres nuevos artículos, busca opciones libres de químicos o con certificaciones ecológicas. También es recomendable ventilar bien los muebles nuevos antes de usarlos.

9. Evita los pesticidas y herbicidas químicos en el jardín

Si tienes un jardín, opta por métodos naturales de control de plagas y malezas, como el uso de plantas repelentes, trampas y la rotación de cultivos. Los pesticidas y herbicidas químicos pueden ser tóxicos para los humanos y las mascotas.

10. Limpia regularmente para reducir el polvo

El polvo doméstico puede acumular toxinas como plomo, pesticidas y productos químicos de muebles y electrónicos. Limpia tu hogar regularmente con un paño húmedo para atrapar el polvo, y usa una aspiradora con filtro HEPA para reducir la cantidad de partículas en el aire.

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Implementar estas prácticas en tu hogar te ayudará a crear un ambiente más saludable, reduciendo la exposición a toxinas y mejorando el bienestar de toda la familia.

 

Fuente: NIH