Las uñas están compuestas de una proteína llamada queratina. Cuando éstas se encuentran saludables, son suaves, sin hoyos ni surcos. Son uniformes en color y consistencia. Además, no tienen manchas ni decoloración.
En ocasiones, las uñas desarrollan crestas verticales inofensivas que se extienden desde la cutícula hasta la punta de la uña. Las crestas verticales tienden a volverse más prominentes con la edad.
Las uñas también pueden desarrollar líneas o manchas blancas debido a una lesión, pero eventualmente crecen con la uña.
¡Sigue estos consejos!
- Mantén las uñas secas y limpias. Esto evita que crezcan bacterias debajo de las uñas. Toma en cuenta que el contacto repetido o prolongado con el agua puede contribuir a que se partan las mismas. Usa guantes de goma forrados con algodón cuando laves los platos, limpies o uses productos químicos agresivos.
- Practica una buena higiene de las uñas. Usa unas tijeras de manicura afiladas o cortauñas. Córtate las uñas en línea recta y luego redondea las puntas en una curva suave.
- Usa crema hidratante. Cuando uses loción para manos, aplícala también en las uñas y las cutículas.
- Aplica una capa protectora. La aplicación de un endurecedor de uñas podría ayudar a fortalecer las uñas.
- Pregúntale a tu médico acerca de la biotina. Algunas investigaciones sugieren que este suplemento nutricional podría ayudar a fortalecer las uñas débiles.
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¿Cuándo preocuparse?
De acuerdo con Mayo Clinic, es importante considerar que no todas las condiciones de las uñas son normales. Debes consultar a tu médico si notas:
- Cambios en el color de las uñas.
- Cambios en la forma de las uñas, como uñas rizadas.
- Adelgazamiento o engrosamiento de las uñas.
- Separación de la uña de la piel circundante.
- Sangrado alrededor de las uñas.
- Hinchazón o dolor alrededor de las uñas.
Si tienes dudas, consulta a un profesional de la salud.
Fuente: Mayo Clinic