Una persona con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) experimenta daño progresivo a largo plazo en sus pulmones. Esto afecta el flujo de aire hacia dichos órganos. Los médicos a veces llaman a esta condición enfisema o bronquitis crónica.

Una persona con EPOC puede experimentar un período en el que sus síntomas son mucho peores de lo habitual. Esto se conoce como una exacerbación aguda. Es posible que necesiten buscar ayuda médica en un hospital.

Las exacerbaciones de la EPOC pueden ser dañinas porque pueden causar más daño a los pulmones.

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Por ello, para ayudar a prevenir las exacerbaciones de la EPOC, puedes adoptar ciertas prácticas de cuidado personal. Estas incluyen:

  • Evitar la exposición a irritantes pulmonares, como calentadores de queroseno, en su hogar.
  • Evitar grandes multitudes durante la temporada de resfriados y gripe para evitar enfermarse.
  • Beber muchos líquidos para evitar que la mucosidad se vuelva demasiado espesa.
  • Recibir una vacuna anual contra la gripe para prevenir una infección respiratoria.
  • Mantener citas regulares con tu proveedor de atención médica, como tu neumólogo.
  • Monitorear tus niveles de oxígeno siempre que sea posible, de preferencia con un dispositivo llamado oxímetro de pulso.
  • Practicar hábitos saludables, como dormir lo suficiente por la noche y comer una dieta saludable.
  • Recibir una vacuna contra la neumonía o la tos ferina cuando tu proveedor de atención médica lo recomiende.
  • Dejar de fumar o evitar el humo de segunda mano.
  • Lavarte las manos con frecuencia y usar desinfectante para manos para evitar la propagación de gérmenes.

 

Fuente: Healthline