El ahogamiento es una de las principales causas de muerte accidental en niños, y ocurre con mayor frecuencia de lo que se piensa. La prevención es clave para evitar tragedias, especialmente en lugares donde los pequeños pueden tener acceso al agua, como piscinas, playas, ríos o incluso bañeras. A continuación, te compartimos algunas estrategias para proteger a los niños del riesgo de ahogarse.

1. Supervisión constante

La supervisión activa y constante es fundamental cuando los niños están cerca del agua. Es vital que un adulto responsable esté siempre presente y vigilando de cerca, incluso si el niño sabe nadar o está utilizando dispositivos de flotación. El ahogamiento puede ocurrir en cuestión de segundos, por lo que no se debe perder de vista al niño en ningún momento.

2. Clases de natación

Enseñar a los niños a nadar desde una edad temprana puede reducir considerablemente el riesgo de ahogamiento. Las clases de natación no sólo les enseñan a flotar y desplazarse en el agua, sino también a desarrollar una mayor conciencia sobre los peligros del agua. Sin embargo, es importante recordar que saber nadar no sustituye la supervisión.

3. Uso de chalecos salvavidas

En lugares como lagos, ríos o el mar, el uso de chalecos salvavidas adecuados es imprescindible, especialmente en niños que no saben nadar o que no son nadadores expertos. Los dispositivos inflables, como flotadores o alitas, no son sustitutos seguros de un chaleco salvavidas certificado y bien ajustado.

4. Establecer reglas claras

Es importante que los niños comprendan las reglas de seguridad al estar cerca del agua. Algunas reglas básicas incluyen no correr cerca de piscinas, no nadar sin la presencia de un adulto y evitar juegos peligrosos, como empujar o sumergir a otros. Explicarles el motivo detrás de cada regla puede ayudar a que los niños las respeten más.

5. Barreras de seguridad en piscinas

Si tienes una piscina en casa, instalar barreras de seguridad es una de las medidas más efectivas para prevenir ahogamientos. Las cercas deben tener al menos 1.2 metros de altura, no ser escalables y contar con una puerta de cierre automático que quede fuera del alcance de los niños. Cubiertas de piscina y alarmas de agua también pueden ser herramientas útiles para evitar que los niños entren sin supervisión.

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6. Aprender reanimación cardiopulmonar (RCP)

En situaciones de emergencia, saber aplicar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Todos los adultos responsables de la supervisión de niños deben estar capacitados en RCP y saber cómo actuar rápidamente si un niño sufre un ahogamiento.

7. Evitar distracciones

Es común que los adultos se distraigan con teléfonos móviles, libros o conversaciones mientras los niños están en el agua. Sin embargo, es esencial evitar cualquier tipo de distracción cuando se está a cargo de la supervisión de un niño en estas situaciones. Solo toma unos segundos para que ocurra un accidente, por lo que se debe mantener el enfoque total en los pequeños.

8. Cuida también las bañeras y otros lugares con agua

El ahogamiento no solo ocurre en piscinas o playas, sino también en bañeras y recipientes con agua en el hogar, como cubetas, tanques o tinas. Los niños pueden ahogarse en tan solo unos centímetros de agua. Por ello, es importante vaciar estos contenedores después de usarlos y nunca dejar a un niño solo en la bañera, ni siquiera por un breve momento.

Prevenir el ahogamiento en niños requiere una combinación de supervisión, educación y el uso adecuado de medidas de seguridad. Al implementar estas recomendaciones, se pueden minimizar los riesgos y garantizar que los niños disfruten de las actividades acuáticas de manera segura.

La prevención es el primer paso para evitar tragedias y proteger a los más pequeños en todo momento.

 

Fuente: Healthy Children