El estrés es un estado emocional y físico que puede contribuir a la aparición del asma. Asimismo, puede empeorar los ataques de asma en personas que ya han sido diagnosticadas con la afección. Los médicos clasifican ambos tipos de casos como asma inducida por estrés.

Cualquier emoción fuerte puede desencadenar síntomas de asma. Esto no es un desencadenante para todas las personas, pero es común.

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Entonces y como dijimos anteriormente, el estrés puede desencadenar síntomas de asma en personas con un diagnóstico. También puede contribuir al desarrollo del asma. Un estudio del año 2020 afirma que el estrés a largo plazo se correlaciona con la nueva aparición de asma, particularmente si se presenta durante la infancia o la adolescencia o si alguien posee múltiples fuentes de estrés.

Recordemos que el estrés es una respuesta física y mental a la adversidad. Ocurre cuando alguien siente una sensación de presión, amenaza o a la cual no puede hacerle frente.

Diversas investigaciones sugieren que el estrés puede contribuir a los síntomas del asma de varias maneras, entre ellas:

  • Respiración más rápida
  • Inflamación
  • Impacto en la medicación

 

Fuente: Medical News Today