Aunque los niños menores de cuatro años corren mayor riesgo de sufrir asfixia por atragantamiento con alimentos y objetos pequeños, los jóvenes de entre 10 y 16 años de edad también pueden experimentarla.

Una serie de alimentos u otros artículos (por ejemplo, hot dogs, trozos de carne mal masticados, uvas, zanahorias crudas, dulces o caramelos duros, globos, piezas pequeñas de juguetes) pueden alojarse en las vías respiratorias del niño (o tráquea), impidiendo que llegue oxígeno a sus pulmones y al resto de su cuerpo.

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Cuando el cerebro no recibe oxígeno durante más de cuatro minutos, puede producirse un daño cerebral permanente e incluso la muerte. Si tu hijo(a) tiene algunas dificultades para respirar, pero todavía puede hablar o tiene una tos fuerte, no hagas nada; la tos del niño es mejor que cualquier golpe en la espalda o compresiones abdominales (maniobra de desobstrucción de la vía aérea (DOVA) ) que puedas administrar. Pero llama al 911 para que puedan trasladar a tu niño(a) a un departamento de emergencias, ya que un bloqueo parcial de las vías respiratorias podría convertirse en uno completo.

 

Fuente: American Academy of Pediatrics