La anemia aplásica es un trastorno sanguíneo poco común, pero grave. Cuando una persona lo padece, su médula ósea no produce suficientes células sanguíneas nuevas. A decir de especialistas, esta afección ocurre cuando hay daño a las células madre dentro de la médula ósea. 

La anemia aplásica puede desarrollarse a cualquier edad. Además, puede ocurrir repentinamente o puede aparecer lentamente y empeorar con el tiempo.

Según Mayo Clinic, el tratamiento de la anemia aplásica puede incluir:

  • Medicamentos.
  • Transfusiones sanguíneas.
  • Trasplante de células madre, también conocido como trasplante de médula ósea.

No siempre se presentan síntomas. En ciertos casos, los signos y síntomas pueden comprender los siguientes: fatiga, falta de aire, frecuencia cardiaca rápida o irregular, piel pálida, infecciones frecuentes o prolongadas, entre otros. 

Factores de riesgo

  1. Tratamientos con dosis altas de radiación o quimioterapia para el cáncer.
  2. Exposición a sustancias químicas tóxicas.
  3. Uso de algunos medicamentos recetados.
  4. Ciertas enfermedades de la sangre.
  5. Trastornos autoinmunitarios e infecciones graves.

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¿Cómo se diagnostica la anemia aplásica?

Para saber si tienes anemia aplásica, un profesional de la salud:

  • Analizará tu historia clínica y la de tu familia.
  • Te hará un examen físico.
  • Solicitará pruebas para comprobar si tienes un bajo número de células en la médula ósea y en la sangre.

Toma en cuenta que no existe un plan de prevención para la mayoría de los casos de anemia aplásica. Pese a ello, evitar la exposición a insecticidas, solventes y otras sustancias químicas puede disminuir el riesgo. 

¡Cuídate!

 

Fuente: Mayo Clinic