Las amígdalas son bultos de tejido que se encuentran en la parte posterior de la garganta. Existen dos de ellos, uno en cada lado. Junto con las adenoides, las amígdalas forman parte del sistema linfático, cuya función es eliminar las infecciones y mantiene los fluidos corporales en equilibrio. Las amígdalas y las adenoides funcionan atrapando los gérmenes que entran por la boca y la nariz.
La amigdalitis es una inflamación (hinchazón) de las amígdalas. En ocasiones, junto con la amigdalitis, las adenoides también se hinchan.
La causa de la amigdalitis suele ser una infección viral. Las infecciones bacterianas como la faringitis estreptocócica también pueden causar la afección.
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Cabe mencionar que la amigdalitis es más común en niños mayores de dos años. Casi todos los menores la desarrollan al menos una vez. La amigdalitis causada por bacterias es más común en niños de 5 a 15 años, y la ocasionada por virus es más común en los niños más pequeños.
Los adultos pueden tener amigdalitis, pero no es muy común.
Aunque la condición no es contagiosa, los virus y las bacterias que la provocan sí lo son. Por ello, es importante que laves tus manos con frecuencia, pues de esa forma ayudas a prevenir la propagación o el contagio de infecciones.