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La tos después de comer puede deberse a una ingesta inadecuada de alimentos y a diversas afecciones médicas, como reflujo ácido, alergias alimentarias, infecciones de las vías respiratorias superiores y disfagia (dificultad para tragar). La tos frecuente o intensa después de comer debe ser evaluada por un profesional de la salud.

Una de las mejores maneras de prevenir la tos durante o después de comer es identificar y evitar los alérgenos y los desencadenantes alimentarios. No obstante, otras medidas útiles incluyen:

  1. Comer porciones más pequeñas
  2. Comer despacio y masticar bien
  3. Tomar pequeños sorbos de agua entre bocados
  4. Beber abundante agua durante el día
  5. Comer sentado(a)
  6. No acostarse después de las comidas
  7. Beber una bebida caliente con miel
  8. Tratar afecciones subyacentes

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RECUERDA: Es probable que tener tos ocasional después de comer no sea un problema. Sin embargo, si toses con frecuencia después de comer, deberías consultar a un profesional de la salud.

Además, si padeces una afección médica como enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) no controlada, disfagia o neumonía por aspiración, es fundamental que consultes a tu médico, ya que ella/él podrá evaluar tu afección y crear un plan de tratamiento personalizado.

 

Fuente: Very Well Health