Las infecciones de oído pueden ser bacterianas o virales. Estas pueden ocurrir en el oído medio (la parte del oído que se ubica justo detrás del tímpano), así como en el oído externo e interno. Suelen desaparecer por sí solas, pero pueden ser dolorosas debido a la inflamación o a la acumulación de líquido.
Además de los síntomas que se presentan en los adultos, como el dolor de oído y la secreción, los niños pequeños y los bebés pueden mostrar otros signos de una infección de oído, los cuales incluyen:
- Frotarse o tirarse de la oreja
- Fiebre
- No reaccionar a ciertos sonidos
- Pérdida frecuente del equilibrio
- Dolor de cabeza
- Irritabilidad o inquietud
- Pérdida del apetito
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Usualmente, las infecciones de oído duran menos de 3 días, pero pueden persistir hasta una semana.
Los niños menores de 6 meses que tengan fiebre u otros síntomas de infección de oído deben acudir con un médico. Busca atención médica si tu hijo(a) tiene fiebre superior a 39 °C o dolor de oído intenso.
Fuente: Healthline
