De acuerdo con la Fundación Nemours, cuando una persona respira, el aire que entra por su nariz o su boca se dirige hacia la tráquea. Desde ahí, atraviesa los bronquios, unas estructuras en forma de tubo que se encuentran ubicadas en los pulmones. Dichos tubos, o vías aéreas, permiten la entrada y la salida de aire en los pulmones para que puedas respirar. Los bronquios se ramifican en conductos más pequeños conocidos como “bronquiolos”.

Los trastornos bronquiales son aquellos que dañan los bronquios y, en consecuencia, pueden dificultar la respiración.

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El problema más común con los bronquios es la bronquitis, una inflamación de estos conductos y que puede ser aguda o crónica. Otros trastornos que afectan a los bronquios incluyen los siguientes:

  1. Bronquiectasia: una afección en la que el daño a las vías respiratorias hace que se ensanchen y se vuelvan flácidas y con cicatrices.
  2. Broncoespasmo inducido por el ejercicio: un problema respiratorio que ocurre cuando las vías respiratorias se contraen mientras realizas ejercicio.
  3. Bronquiolitis: una inflamación de las vías respiratorias pequeñas que se ramifican desde los bronquios.
  4. Displasia broncopulmonar: una afección pulmonar crónica en bebés, que es más frecuente en bebés prematuros.

 

Fuente: Nemours Foundation / U.S. National Library of Medicine