Si eres mamá o papá, sabes bien lo que les sucede a los niños pequeños cuando no duermen lo suficiente: irritabilidad, rabietas, tonterías y todo lo demás.

Las horas de la siesta pueden preservar la cordura de ambas partes, pero si a tu niño pequeño no le gusta dormir por la noche, también puede resistirse a dormir durante el día.

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Los métodos y rutinas típicos pueden funcionar en cualquier momento del día, pero aquí te dejamos algunos consejos adicionales para entrenar el sueño de tu hijo(a):

  1. Planifica una actividad energética un poco antes de la hora de la siesta. Tu niño(a) estará tan cansado que se desmayará después de almorzar. Mantener esta rutina y las siestas después del almuerzo se convertirán en una segunda naturaleza.
  2. Programa horas de siesta a la misma hora todos los días. Nuevamente, se trata de consistencia y un horario predecible. Si tu niño pequeño duerme la siesta durante la semana en una guardería o preescolar, trata de mantenerlo en el mismo horario de siesta durante el fin de semana en casa.
  3. Programa las siestas más temprano durante la tarde. Si tu niño pequeño duerme la siesta a última hora de la tarde, es posible que no tenga sueño a la hora de acostarse.
  4. Una vez que tu hijo(a) comience a dormir de 11 a 12 horas por la noche, es posible que ya no necesite la siesta. Renunciar a su descanso del mediodía puede ser difícil, pero la recompensa puede ser acostarse más fácilmente por la noche. También puedes cambiar la hora de la siesta a un momento de tranquilidad, lo que permitirá que tu niño pequeño y tú se recarguen.

 

Fuente: Healthline