De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, en la audición normal, las ondas de sonido viajan hacia el oído, causando que el tímpano vibre. La vibración mueve las ondas que se ubican en la parte más interna del oído, donde activa las células nerviosas para enviar la información del sonido a tu cerebro. Dicha información se traduce en los sonidos que escuchas.

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La pérdida auditiva ocurre cuando existe un problema con una o más partes del oído, los nervios dentro del mismo o la parte del cerebro que controla la audición. Existen tres tipos principales de pérdida auditiva:

  • Conductiva. Es causada por un bloqueo en la transmisión del sonido al oído. Es más común en bebés y niños pequeños y, generalmente, es causada por infecciones del oído o líquido en los oídos. La pérdida auditiva conductiva suele ser leve, temporal y tratable.
  • Neurosensorial (también llamada sordera nerviosa). Es causada por un problema con la estructura del oído y/o con los nervios que controlan la audición. Puede estar presente al nacer o aparecer tarde en la vida adulta. La pérdida auditiva neurosensorial suele ser permanente. Este tipo de pérdida auditiva varía de leve (incapacidad para escuchar ciertos sonidos) a profunda (incapacidad para escuchar cualquier sonido).
  • Mixta. Es una combinación de pérdida auditiva conductiva y neurosensorial.

Si deseas saber más sobre los tipos de pérdida de audición, consulta a tu médico.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine