La cirugía de reemplazo articular (o de articulaciones), denominada como artroplastia en el ámbito médico, es un procedimiento en el que se saca la articulación dañada y se pone una articulación artificial en su lugar. Recordemos que una articulación es el lugar donde se unen dos o más huesos, como la rodilla, la cadera o el hombro. Por lo general, un cirujano ortopedista es quien realiza la cirugía. A veces el cirujano no saca toda la articulación, sino que reemplaza o repara sólo las partes dañadas.
Si te sometiste a una cirugía de reemplazo de articulaciones, no significa que debas dejar el ejercicio fuera de cuadro.
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Para ello, la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos te ofrece las siguientes pautas:
- Tu médico puede imponer restricciones en tu régimen de ejercicio, por lo que siempre consulta con él antes de comenzar una rutina de actividad física después de la cirugía.
- Hasta que el médico diga que está bien, no realices actividades como trotar, esquiar, correr u otros ejercicios que pongan a la articulación reemplazada bajo estrés.
- Opta por ejercicios menos estresantes tales como la natación, jugar tenis en pareja, el golf y el ciclismo.
No olvides que el médico suele recomendar una cirugía de reemplazo articular para mejorar la calidad de vida de un paciente. Esto ya que permite aliviar el dolor y ayudarle a la persona en cuestión a moverse con más facilidad y a sentirse mejor. Las caderas y las rodillas son las articulaciones que con mayor frecuencia se reemplazan. Otras articulaciones que pueden reemplazarse son los hombros, las articulaciones de los dedos, los tobillos y los codos.
Vía: Health Day News/ Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel