La cirugía de reemplazo articular (o de articulaciones), denominada como artroplastia en el ámbito médico, es un procedimiento en el que se saca la articulación dañada y se pone una articulación artificial en su lugar. Recordemos que una articulación es el lugar donde se unen dos o más huesos, como la rodilla, la cadera o el hombro. Por lo general, un cirujano ortopedista es quien realiza la cirugía. A veces el cirujano no saca toda la articulación, sino que reemplaza o repara sólo las partes dañadas.

Si te sometiste a una cirugía de reemplazo de articulaciones, no significa que debas dejar el ejercicio fuera de cuadro.

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Para ello, la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos te ofrece las siguientes pautas:

  1. Tu médico puede imponer restricciones en tu régimen de ejercicio, por lo que siempre consulta con él antes de comenzar una rutina de actividad física después de la cirugía.
  2. Hasta que el médico diga que está bien, no realices actividades como trotar, esquiar, correr u otros ejercicios que pongan a la articulación reemplazada bajo estrés.
  3. Opta por ejercicios menos estresantes tales como la natación, jugar tenis en pareja, el golf y el ciclismo.

No olvides que el médico suele recomendar una cirugía de reemplazo articular para mejorar la calidad de vida de un paciente. Esto ya que permite aliviar el dolor y ayudarle a la persona en cuestión a moverse con más facilidad y a sentirse mejor. Las caderas y las rodillas son las articulaciones que con mayor frecuencia se reemplazan. Otras articulaciones que pueden reemplazarse son los hombros, las articulaciones de los dedos, los tobillos y los codos.

 

Vía: Health Day News/ Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel