De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el reemplazo de cadera es una cirugía para personas con daño severo en la cadera. La causa más común de daño es la osteoartritis. La osteoartritis ocasiona dolor, hinchazón y reducción del movimiento de las articulaciones. Esta puede interferir con tus actividades diarias. Si otros tratamientos como la fisioterapia, los analgésicos y el ejercicio no han ayudado, la cirugía de reemplazo de cadera podría ser la opción correcta para ti.

Cuando se hace una operación de reemplazo de cadera, el cirujano extrae el cartílago y el hueso dañados de la articulación de esta parte del cuerpo, y los reemplaza con piezas nuevas artificiales.

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En concreto, un reemplazo de cadera brinda los siguientes beneficios:

  1. Alivia el dolor
  2. Ayuda a que tu articulación de la cadera funcione mejor
  3. Mejora la marcha y otros movimientos

El problema más común después de la cirugía es la luxación de cadera. Debido a que una cadera artificial es más pequeña que la articulación original, la bola puede salirse de su cavidad. La cirugía también puede causar coágulos de sangre e infecciones. Con un reemplazo de cadera, es posible que debas evitar ciertas actividades, como trotar y realizar deportes de alto impacto.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine