Tus articulaciones son lugares donde se unen dos o más huesos. Estas incluyen a tus hombros, codos, caderas, rodillas y nudillos. Tu columna también posee articulaciones, pero estas son más que huesos ya que cuentan con tejidos blandos que las rodean, como cartílagos, tendones y ligamentos. El cartílago es el tejido duro, resbaladizo y flexible que cubre los extremos de los huesos en una articulación. Los tendones son bandas resistentes y flexibles que conectan los músculos con los huesos para que puedas mover las articulaciones. Los ligamentos conectan los huesos de la articulación entre sí para mantenerlos estables cuando te mueves.

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Así como hay trastornos articulares que se presentan por diversas enfermedades (como la artritis y el lupus), también existen los que ocurren por lesiones repentinas. Estos incluyen:

  1. Torceduras y esguinces. Los esguinces son ligamentos estirados o desgarrados. Las distensiones agudas son músculos o tendones estirados o desgarrados que se producen por una lesión o movimiento repentino, como levantar un objeto pesado.
  2. Articulaciones dislocadas. Una articulación se disloca cuando los huesos se empujan o tiran de su posición. Una dislocación articular es una emergencia médica.

El tratamiento depende del tipo de lesión. Puedes tratar muchas lesiones deportivas en casa, pero debes llamar a tu proveedor de atención médica si:

  • Tienes mucho dolor en las articulaciones, hinchazón o entumecimiento.
  • No puedes poner peso en la articulación.
  • Tienes dolor por una lesión anterior con más hinchazón, una articulación inestable o una articulación que no es normal de otra manera.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine