La retracción de las encías es una condición en la que las encías se separan de la superficie del diente, exponiendo la zona superficial de las raíces de los dientes. Cabe señalar que solo es una forma de enfermedad de las encías (periodontal) y es una consecuencia grave de la mala salud bucal, que puede conducir a la pérdida de dientes. Existe una variedad de tratamientos disponibles, dependiendo de la gravedad de la pérdida de tejido. Cuanto más temprano sea el diagnóstico y el tratamiento, mejor será el resultado.
Causas y factores de riesgo
La Asociación Dental de California (CDA) estima que tres de cada cuatro adultos padecen algún tipo de enfermedad periodontal. Esto incluye la retracción de las encías.
La enfermedad periodontal es una forma avanzada de gingivitis. Primero comienza con una acumulación de bacterias y placa dentro de las encías y los dientes. Con el tiempo, la placa adherida daña las encías y hace que se desprendan de los dientes. En casos severos, se forman bolsas entre los dientes y las encías, lo que crea un caldo de cultivo para que se formen todavía más bacterias y placa.
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La retracción de las encías puede deberse a varios factores, entre ellos:
- Cepillado agresivo a largo plazo
- Acumulación de placa endurecida (sarro)
- Tabaquismo
- Cambios hormonales en el caso de las mujeres
- Antecedentes familiares de enfermedad de las encías
- Diabetes
- VIH
Ciertos medicamentos pueden ocasionar sequedad en la boca. Esto aumenta el riesgo de retracción de las encías. La boca seca significa que tu boca tiene menos saliva de la que debería. Sin la saliva adecuada, los tejidos bucales pueden volverse vulnerables a infecciones y lesiones bacterianas.
De acuerdo con la CDA, la retracción de las encías es más común en adultos de 40 años o más. Por tal razón, generalmente se concibe erróneamente como un signo normal de envejecimiento. Asimismo, más hombres que mujeres desarrollan encías retraídas.
Si tienes más dudas sobre esta afección, consulta a un especialista en salud bucal.
Fuente: Healthline
