Los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM) causan dolor en la articulación de la mandíbula y en los músculos que controlan el movimiento de la misma. Pueden ser difíciles de diagnosticar, pues no existen pruebas estándar de diagnóstico para la mayoría de dichos trastornos. Un médico puede derivarte con un dentista o con un especialista en oído, nariz y garganta para diagnosticar tu afección.

Asimismo, un profesional de la salud puede examinarte para ver si hay hinchazón o sensibilidad. También puede usar varias pruebas de imágenes distintas.

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Estas pueden incluir:

  • Rayos X. Las radiografías de la mandíbula y los dientes generalmente implican que la persona muerda una pequeña boquilla mientras su dentista mueve una máquina de imágenes alrededor de su cabeza. Estas radiografías le permitirán a tu dentista observar los huesos dentro y alrededor de tu mandíbula, así como la ubicación de tus dientes.
  • Tomografía computarizada. Una tomografía computarizada de la mandíbula le permite a tu médico observar los huesos y los tejidos de las articulaciones de una manera más avanzada que una radiografía normal.
  • Resonancia magnética. Un estudio de imagen por resonancia magnética (IRM) de la mandíbula revelará si hay problemas con la estructura de la mandíbula. Recordemos que una IRM utiliza un campo magnético para mostrar imágenes detalladas de los órganos y tejidos.

 

Fuente: Healthline