Una rotura de menisco es una de las lesiones de rodilla más comunes. Cualquier actividad que te haga girar o rotar la rodilla con fuerza, especialmente cuando le pones todo tu peso, puede provocar una rotura (o desgarro) del menisco, así lo indica la Clínica Mayo, en Estados Unidos.

Cada una de tus rodillas tiene dos piezas de cartílago en forma de C que actúan como un cojín entre la tibia y el fémur, llamadas meniscos. Una rotura de menisco causa dolor, hinchazón y rigidez. También puedes sentir un bloqueo en el movimiento de la rodilla y tener problemas para extender la rodilla por completo.

Según la clínica, el tratamiento estándar, como reposo, hielo y medicamentos, a veces es todo lo que necesitas para aliviar el dolor de un desgarro de menisco y darle tiempo a la lesión para que se cure por sí sola. No obstante, en otros casos, una rotura de menisco podría requerir reparación quirúrgica.

Síntomas

Si te has roto el menisco, los expertos de Mayo advierten que tendrás los siguientes signos y síntomas en tu rodilla:

  • Una sensación de estallido.
  • Hinchazón o rigidez.
  • Dolor, especialmente al torcer o girar la rodilla.
  • Dificultad para enderezar la rodilla por completo.
  • Sensación de que tu rodilla está bloqueada en su posición cuando intentas moverla.
  • Sensación de que tu rodilla cede.

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Causas

Una rotura de menisco puede ser el resultado de cualquier actividad que te haga girar o rotar con fuerza la rodilla, como realizar un pivote de forma agresiva o hacer paradas y giros repentinos. Incluso arrodillarse, ponerse en cuclillas o levantar algo pesado a veces puede provocar un menisco desgarrado.

En los adultos mayores, los cambios degenerativos de la rodilla pueden contribuir a un menisco desgarrado con poco o ningún trauma.

Factores de riesgo

Realizar actividades que impliquen una torsión o giro agresivo de la rodilla te ponen en riesgo de sufrir una rotura de menisco. El riesgo es particularmente alto para los atletas, especialmente para aquellos que participan en deportes de contacto, como el fútbol, ​​o en actividades que involucran la acción de pivotar, como el tenis o el básquetbol.

El desgaste de las rodillas a causa del envejecimiento también aumenta el riesgo de un desgarro en el menisco, al igual que la obesidad.

Complicaciones

Una rotura de menisco puede provocar una sensación de que tu rodilla cede, incapacidad para mover normalmente dicha articulación o dolor de rodilla persistente. Es más probable que desarrolles osteoartritis en la rodilla lesionada.

Cuando acudir al médico

Comunícate con tu médico si sufres de cualquiera de los síntomas antes mencionados, o si no puedes mover tu rodilla de manera habitual.

 

Vía: Mayo Clinic