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Tener cálculos renales aumenta el riesgo de volver a tenerlos, a menos que trabajes activamente para prevenirlos. Esto significa tomar los medicamentos que te hayan recetado para este fin y vigilar lo que comes y bebes.

Si actualmente tienes cálculos, tu médico realizará pruebas de diagnóstico para determinar qué tipo tienes. Después, te recetará un plan de dieta específico, como la dieta DASH.

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Algunos consejos que pueden ayudarte a llevar al pie de la letra esta dieta especial incluyen:

  1. Beber al menos doce vasos de agua al día.
  2. Comer frutas cítricas, como la naranja.
  3. Comer un alimento rico en calcio en cada comida, al menos tres veces al día.
  4. Limitar tu ingesta de proteína animal.
  5. Comer menos sal, azúcar agregada y productos que contengan jarabe de maíz con alto contenido de fructosa.
  6. Evitar alimentos y bebidas con alto contenido de oxalatos y fosfatos.
  7. Evitar comer o beber cualquier cosa que te deshidrate, como el alcohol.

RECUERDA: Los cálculos renales suelen ser una condición dolorosa. Afortunadamente, la dieta puede ser una herramienta eficaz para controlar y prevenir los cálculos renales. Mantenerte hidratado(a) y evitar ciertos alimentos con alto contenido de sal y azúcar, así como combinar el calcio con alimentos ricos en oxalato, son elementos importantes de una dieta para los cálculos renales.

 

Fuente: Healthline