Ya sea en una fiesta o en un restaurante, no dejes que un buffet sea tu «talón de aquiles» de la dieta. Usando ciertas estrategias, puedes disfrutar de una variedad de opciones sin irte por la borda y sin experimentar ninguna de las culpas habituales.

Para ello, el investigador de la Universidad de Cornell Brian Wansink dio seguimiento al comportamiento de la gente en restaurantes de buffet chino, donde podían comer todo lo que quisieran. De esta forma, encontró que las personas delgadas tienen hábitos que parecen mantener su manera de comer bajo control. He aquí cómo seguir su ejemplo.

En primer lugar, pide que te sienten lejos del buffet en los restaurantes, para que no tengas la comida enfrente de ti y evites la tentación añadida.

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Antes de agarrar un plato, inspecciona el buffet y decide qué alimentos deseas más. Establece un límite —dígase de 5 a 7 elementos— para forzarte a ti mismo(a) a recortar tus opciones. Para mantener el tamaño de las porciones bajo control, elige un plato pequeño. Esto limita naturalmente cuánto puedes cargar a la vez.

Cuando vuelvas a la mesa, encuentra maneras de frenar tu alimentación, como por ejemplo usar tu mano no dominante. Si eres quien pagará la cuenta del restaurante, resístete a la idea de que debes sacarle jugo a tu dinero volviendo por más comida incluso después de que estés lleno(a).

Si la tentación es demasiado grande, quizás sea mejor que evites los buffets lo más que puedas. Si el buffet se encuentra en la casa de un amigo o pariente o en una fiesta de la oficina, mejor aprovecha la ocasión para socializar. Haz el esfuerzo de dedicar más tiempo a la conversación que a llenar tu plato.

 

Vía: Health Day News