SalA pesar de que durante mucho tiempo los médicos habían instado a los pacientes que sufren de insuficiencia cardiaca a reducir su consumo de sal como forma de conservar su saludun nuevo estudio sugiere que ese consejo podría ser dañino, aumentando potencialmente el riesgo de muerte u hospitalización de un paciente con insuficiencia cardiaca.

De acuerdo con el estudio, los pacientes con insuficiencia cardiaca moderada que seguían una dieta baja en sodio tenían un 85% más de probabilidades de morir o de necesitar ser hospitalizados por una afección cardiaca, en comparación con unos pacientes con una enfermedad parecida que no restringieron su ingesta de sal.

El investigador principal del estudio, Rami Doukky, cardiólogo y profesor asociado del Centro Médico de la Universidad de Rush, en Chicago, dijo que «la idea aceptada es que la sal es mala. Este estudio dice que no es tan sencillo».

Doukky explicó que hace mucho que los médicos suponen que la sal es mala para los pacientes de insuficiencia cardiaca, dado que el mineral hace que el cuerpo retenga agua y atraiga fluidos adicionales a los vasos sanguíneos. Fisiológicamente, la suposición tiene sentido, dijo el doctor Clyde Yancy, jefe de cardiología de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago.

Los pacientes de insuficiencia cardiaca tienen problemas con la retención de fluidos porque su corazón late demasiado débil como para combatir la fuerza de la gravedad, lo que permite que la sangre y el agua se acumulen en los pulmones, pies, tobillos y piernas, según los Institutos Nacionales de la Salud de EE UU. La sal también aumenta la presión arterial al atraer agua a las arterias y las venas, según la Asociación Americana del Corazón y hace mucho que se sabe que la hipertensión es un factor de riesgo de la enfermedad cardiaca.

Sin embargo algunos estudios recientes han planteado dudas sobre esas suposiciones que se han mantenido durante tanto tiempo, al sugerir que una dieta baja en sodio podría en realidad ser nociva para los pacientes de insuficiencia cardiaca, apuntó Doukky. Para evaluarlo, los investigadores obtuvieron acceso a una base de datos de un ensayo clínico que siguió a pacientes de insuficiencia cardiaca durante un promedio de tres años, y que registró su consumo de sal mediante un cuestionario de alimentos.

Los investigadores examinaron a 833 pacientes del estudio, entre ellos 130 pacientes que seguían una dieta con sal restringida. Se les emparejó con 130 pacientes que no restringieron su consumo de sal. Cerca del 42% de los pacientes que llevaban una dieta baja en sodio al final murieron o fueron hospitalizados por problemas cardiacos, en comparación con un 26% de los pacientes sin restricciones respecto a la sal.

«Para nuestra sorpresa, encontramos que los pacientes que restringían la sal tuvieron peores resultados que los que tomaban sodio más libremente», comentó Doukky, quien planteó la teoría de que reducir la sal podría descontrolar los volúmenes de fluidos de los pacientes de insuficiencia cardiaca, con consecuencias potencialmente nocivas.

«La idea es que la restricción del sodio conduce a una contracción del volumen de fluidos del cuerpo, y eso activa a ciertas hormonas que intentan retener los fluidos en el cuerpo y que podrían potencialmente acelerar el proceso de la insuficiencia cardiaca», comentó.

 

Vía: Health Library