Lo ideal es utilizar la aguja de insulina una vez y desecharla, hay quienes optan por economía reutilizarla, lo ideal es que no se reutilice en más de dos ocasiones por el riesgo de infecciones y porque la punta de la aguja pierde su filo, lo cual puede ocasionar dolor a la hora de hacer el piquete.

Al desechar la aguja se recomienda lo siguiente:

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  • Desecha la jeringa en un recipiente de plástico duro, por ejemplo, de algún detergente líquido, y rotule el recipiente para evitar que las personas que manipulan la basura se lleguen a picar.
  • Si puedes hacerlo de manera segura, corta la aguja de la jeringa para que nadie más pueda usarla. Lo mejor es comprar un dispositivo que corta, atrapa y encierra la aguja. No cortes la aguja con tijeras; si la aguja sale volando, puede causarle daño a alguien o perderse.
  • Si no destruyes la aguja, vuelva a ponerle tapa. Coloca la aguja o toda la jeringa en una botella resistente de plástico opaco (no trasparente) y con tapa de enroscar o en una caja de metal o plástico que cierre bien. No uses un recipiente que la aguja pueda perforar ni recicles tu recipiente de jeringas.
  • Es posible que en tu zona haya normas para desechar los residuos médicos como jeringas usadas. Pregúntale a la compañía o entidad encargada de la basura en tu ciudad o condado sobre el método que cumpla con sus normas.
  • Cuando viajes, lleva a casa tus jeringas usadas. Para trasportarlas, empácalas en un recipiente resistente, como una caja plástica y dura para lápices.

 

Vía: Adaptado de: Asociación Americana de Diabetes: Desecho de jeringas.