En México el asma afecta aproximadamente a poco menos del 4% de la población, según señala el Francisco Navarro Reynoso, director general de la Coordinación General de Hospitales Federales de Referencia de la Secretaría de Salud. Esta enfermedad es un padecimiento crónico inflamatorio que afecta a los bronquios, dijo, y se caracteriza por problemas respiratorios recurrentes, entre ellos dificultad para respirar, crisis o ataques de tos y silbido en el pecho.
El grado de gravedad que el padecimiento tiene depende de cada persona, en algunos casos incluso puede poner en riesgo la vida, mientras que en otras personas los síntomas se presentan de manera muy leve.
Los pacientes con asma tienen bronquios más sensibles que presentan reacciones ante situaciones ambientales, la inflamación resultante provoca el estrechamiento en los conductos de aire limitando su paso hacia los pulmones, exceso de flema y espasmo muscular alrededor de los bronquios.
Entre los factores que pueden desencadenar un ataque de asma está la exposición a alergenos como el polen, algunos tipos de aliento, el polvo casero, moho, plumas, caspa de animales. Otros factores pueden ser los irritantes en el aire (como el polvo y el humo del tabaco), infecciones en vías respiratorias o el ejercicio en pacientes mal controlados (como cargar cosas pesadas o subir corriendo las escaleras).
Navarro advierte que durante la temporada invernal los casos de crisis asmáticas se incrementan, por lo cual es recomendable que las personas que padecen la enfermedad tomen medidas preventivas. Entre estas medidas están:
- Evitar cambios bruscos de temperatura.
- Abrigarse bien.
- Cubrir nariz y boca al salir al aire frío.
- Vacunarse contra la influenza.
La Secretaría de Salud explicó a través de un comunicado que el asma “es más común durante la infancia y en la adolescencia son escasas las crisis asmáticas, por ello se considera un padecimiento 100% controlable”. En este sentido, Navarro Reynoso recomendó a quienes la padecen no fumar, cuidarse de las enfermedades respiratorias, evitar respirar polvos de cualquier tipo, no utilizar carbón y evitar trabajos de riesgo para las vías respiratorias, como sería la industriad de la pintura.
