Ya te hemos hablado de la importancia de dormir adecuadamente y del tiempo que según la edad se debe descansar.
En el caso de los niños, los problemas de sueño pueden contribuir a una serie de problemas de salud y de comportamiento.
Muchos de estos problemas están relacionados con hábitos irregulares de sueño o con la ansiedad de irse a la cama y aunque algunos pueden desaparecer conforme el niño crece o se generan rutinas, es importante que te mantengas al tanto de su descanso y acudas al médico en caso de que sea necesario.
En este sentido, debes hablar con un medico especialista si tu hijo tiene dificultades para respirar, si ronca o si se despierta con frecuencia; tales como el pediatra, el otorrinolaringólogo o el neumólogo.
Asimismo, es importante que vayas con el doctor si tiene dificultades para conciliar el sueño y para permanecer dormido o si tiene ataques frecuentes y severos de irritabilidad.
Si tu hijo es recién nacido, considera que puede tomar un tiempo antes de que duerman toda la noche.
No obstante, hay cosas que puedes hacer para ayudarlo a disfrutar de periodos más largos de sueño.
En primera instancia, es importante que aprendas a identificar los signos que indican que tu bebé está somnoliento. Asimismo, debes conocer sus patrones de sueño.
Considera que si tu bebé parece somnoliento, colócalo en la cuna en lugar de esperar hasta que se quede dormido.
Vía: HealthDay News, American Academy of Child & Adolescent Psychiatry
