El sobrepeso en los niños ha sido asociado con múltiples problemas para la salud integral de los pequeños, tanto para su presente como para su futuro. Un exceso de peso en la niñez aumenta las probabilidades de que desarrolle algunas enfermedades crónicas más adelante en su vida.

Es por ello que este tema debe ser abordado de forma inteligente por los padres de familia, quienes tienen una gran parte de la responsabilidad de hacer que sus hijos adopten hábitos saludables de alimentación y actividad física, señalaron expertos.

Acciones como estigmatizar y avergonzar a los pequeños que presentan sobrepeso u obesidad no solamente no solucionará nada, sino que probablemente favorecerá que los pequeños realicen acciones que dañen su salud, indicó un grupo de pediatras de la Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés).

Los niños que tienen sobrepeso y son avergonzados o estigmatizados por ello son más propensos a comer por atracón o a aislarse, en lugar de hacer cambios positivos como alimentarse sanamente o realizar ejercicio, apuntaron.

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“Estamos viendo un problema creciente respecto al estigma por el peso. En un esfuerzo mal informado por intentar lograr que los niños cambien, la gente acaba reforzando las conductas de afrontamiento negativas”, expuso el doctor Stephen Pont, experto perteneciente a la AAP.

Con frecuencia, las personas creen que al avergonzar a una persona o a un niño que presenta sobrepeso pueden motivarles a realizar cambios positivos en sus vidas. Pero sin duda eso no es lo que sucede, lamentó el especialista.

Algunas acciones que los padres de familia pueden llevar a cabo para ayudar a que sus hijos con sobrepeso puedan adoptar hábitos más saludables son:

-Tener cuidado con sus palabras. “No llame al niño ‘gordo’ ni ‘obeso’. La meta es motivar el cambio conductual para mantener una buena salud”, subrayó el doctor Pont.

-Ayudar al niño a realizar cambios pequeños en su alimentación. “Deje que su hijo guíe la nave y elija qué quiere cambiar. Quizá la familia (sí, la familia, para no aislar al niño) comience a comer más frutas y verduras”, apuntó.

-Abordar el tema de forma empática y sensible. “La mayoría de los padres abordan el peso con buenas intenciones. Claramente, los padres quieren ayudar a sus hijos a tener la mejor salud posible. Y quizá no sean conscientes de que la forma en que abordan la conversación podría tener el efecto opuesto”, dijo.

-Implicar a un médico. Un profesional de la salud puede ayudar a averiguar qué pasos debe seguir el niño para tener una vida más saludable, indicó el experto.

 

Vía: MedlinePlus