Hemos escuchado hasta el cansancio que es necesario dormir al menos ocho horas cada noche para poder gozar de una adecuada salud integral y rendir mejor en nuestro día a día.

Asimismo, múltiples estudios concluyen que hacer ejercicio con frecuencia beneficia de forma importante diversos aspectos de la salud y mejora la calidad de vida de las personas.

En un escenario ideal, combinar ambas recomendaciones (cumplir nuestra cuota diaria tanto de ejercicio como de horas de descanso) repercutiría de forma asombrosamente positiva en nuestra salud integral.

No obstante, el ritmo de vida actual hace muy poco probable que la mayoría de los adultos -sobre todo los padres de familia- tengan tiempo suficiente para dormir ocho horas y practicar al menos una hora de ejercicio al día.

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En el mejor de los casos, algunos tienen la posibilidad de optar por al menos una de estas recomendaciones. Es aquí donde surge la duda: ¿qué conviene más, dormir o ejercitarme?

Lo que dicen los expertos

“Es horrible tener que escoger”, ambos, el sueño y el ejercicio, son factores importantes para una vida saludable y no deberían contraponerse, indicó Charles Czeisler, experto del sueño en el Hospital de la Mujer de Brigham y en la Escuela de Medicina de Harvard, en Boston, Estados Unidos.

La mayoría de los adultos necesitan cerca de ocho horas de sueño cada noche. Así que si se levantan después haber dormido seis horas y media de sueño para hacer ejercicio, “están básicamente ejercitándose durante su noche biológica”, dijo.

La noche biológica es una forma de referirse al tiempo destinado para que las células de nuestro cuerpo descansen, explicó el experto. Una investigación reciente encontró que las células musculares también tienen ritmos circadianos, por lo que se desempeñan y se recuperan mucho mejor durante el día biológico que durante la noche biológica. “Así que levantarte durante tu noche biológica para ejercitarte es contraproducente”, afirmó Czeisler.

¿Qué debo hacer?

De acuerdo con el especialista, lo mejor que puede hacer una persona es darle prioridad a sus horas de sueño y tratar de cumplir la cuota recomendada de ocho horas diarias. Pero esto no quiere decir que se debe dejar a un lado el ejercicio.

Para las personas que nunca tienen tiempo de ejercitarse, siempre hay algunas maneras de meter un poco de ejercicio durante el día, sin necesidad de ir al gimnasio, expuso por su parte Desiree Ahrens, experta nutricional y de salud en la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota.

Las sesiones de ejercicio pueden dividirse perfectamente en pequeños lapsos de actividad a lo largo del día, solo debes ser “un poco más creativo con tus ejercicios”, sugirió. Por ejemplo, subir corriendo las escaleras de la casa u oficina es un ejercicio tan bueno como realizar una rutina en una escaladora.

 

Vía: The New York Times