De acuerdo con la Clínica Universidad de Navarra (CUN), en España, alrededor de nuestro corazón tenemos una doble membrana que se llama pericardio. En ocasiones, esta membrana puede llegar a inflamarse y derivar en una pericarditis.

Saber cómo prevenir esta afección, así como conocer sus síntomas, puede ayudar a tener pronóstico bueno, dando inicio a un tratamiento lo antes posible que deberá seguirse durante al menos 2 semanas.

¿Cuáles son los síntomas de la pericarditis?

Los síntomas de la pericarditis pueden confundirse con los que ayudan a identificar un ataque al corazón. Esto se debe al dolor que aparece en el centro del pecho y que puede irradiarse al hombro izquierdo o al derecho. El dolor también se irradia a la espalda, el cuello o los brazos, a decir de la CUN.

Cuando el paciente que está sufriendo una pericarditis se acuesta boca arriba, el dolor se incrementa. Ocurre lo mismo al respirar profundamente, algo que puede provocar angustia y ansiedad. Pero además del dolor en el pecho, también hay otro tipo de síntomas como: la taquicardia, tos, dolor al tragar y fiebre.

Causas de la pericarditis

Las causas de la pericarditis son muy variadas. Puede aparecer debido a una «infección, radiación, traumatismos torácicos, fármacos, toxinas, alteraciones metabólicas, tumores, enfermedades reumáticas y enfermedades gastrointestinales inflamatorias», según indica la CUN.

Un ataque cardíaco o una lesión en el pecho también puede desencadenar una pericarditis. En ocasiones, estas causas pueden llegar a provocar que se forme líquido entre la membrana que está pegada al corazón y la que está pegada a los pulmones. Esto reducirá el bombeo, ya que el corazón estará siendo presionado.

Precauciones

Cuando se diagnostica una pericarditis, es fundamental calmar el dolor, drenar el líquido si lo hay y reducir la inflamación. Tras haber superado con éxito el tratamiento, conviene tener determinadas precauciones.

Pese a ello, te recomendamos acudir al médico con mayor frecuencia y hacerte las pruebas oportunas para poder tener la situación lo más controlada posible y, en el caso de aparezca una pericarditis, tratarla con la suficiente antelación para reducir el tiempo de malestar.

 

Vía: 20 minutos.es