Así como es importante la prevención y el diagnóstico oportuno, lo es la autogestión de cuidado. Es decir, las personas que sufren una enfermedad crónica deben tomar la responsabilidad de hacer lo necesario para controlarla de forma eficaz. De no ser así, las recomendaciones de tratamiento no funcionarían, situación que complicaría mantener una buena calidad de vida.

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En la autogestión, el cuidado es un trabajo entre el médico y el paciente. Sin olvidar el apoyo de amigos, familiares o grupos de apoyo para personas con el mismo problema de salud. Es sumamente importante tomar la salud integral en serio. No hacerlo limita la motivación para generar cambios y manejar adecuadamente las enfermedades.

El buen manejo de una enfermedad crónica debe englobar tanto buenas decisiones de estilo de vida, como el seguimiento de los tratamientos médicos recetados. Toma en cuenta lo siguiente.

  1. Reflexiona sobre tu estilo de vida. Detecta los comportamientos que deseas cambiar, con el fin de tener un mejor control sobre tu enfermedad. Por ejemplo, poca ingesta de frutas y verduras, sedentarismo, entre otros.
  2. Establece metas específicas. Cuanto más específica sea tu meta, más probabilidades hay de tener éxito. Evita decir “voy a hacer más ejercicio”, en su lugar decide qué tipo de ejercicio harás. Determina el día y el horario.
  3. Planifica con anticipación. Después de declarar tu objetivo, piensa en cosas que podrían salir mal y especifica cómo lidiarás con ellas. Toma en cuenta el clima, tus medios de transporte —en caso de elegir moverte en bicicleta— y tus lugares de almuerzo.
  4. Considera tu nivel de confianza. Si no estás seguro de poder cumplir con ciertos objetivos, comienza con metas a corto plazo y sé realista.
  5. Mantén un seguimiento de resultados. A medida que avanzas, acude a chequeos médicos de forma regular. Recuerda que las recaídas pueden ser experiencias de aprendizaje que te permitan crear un nuevo plan para alcanzar el éxito.

 

Vía: Family Doctor