Separarse de sus niños pequeños, aunque sea por un corto periodo de tiempo, puede llegar a ser todo un desafío para los padres. Sin embargo, también lo es para los infantes, en especial si se encuentran experimentando ansiedad de separación.

La ansiedad de separación suele ser común en la mayoría de los niños pequeños. Se trata de experimentar ansiedad, nerviosismo o alterarse cuando uno de los padres intenta ir a otro lugar o dejarlos con otra persona.

Generalmente, los bebés menores de seis meses de edad se adaptan con facilidad a que los cuiden otras personas que no sean sus padres, siempre y cuando tengan satisfechas todas sus necesidades.

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No obstante, conforme los pequeños van creciendo, pueden experimentar ansiedad de separación.

¿Cuándo aparece?

No existe una edad exacta a la que aparece. Puede variar de un niño a otro. Por ejemplo, algunos niños pueden presentarla entre los 8 meses y el año de edad, otros entre los 18 meses y los 2 años de edad. Mientras que hay algunos que pueden nunca llegarla a experimentar.

Al igual que su aparición, su duración es variable. Depende en gran medida de cómo responde cada niño y los padres. En algunos casos, según el temperamento del niño, la ansiedad de separación puede durar desde la primera infancia hasta los primeros años de la escuela primaria.

Consejos

Para que los padres y los hijos puedan afrontar de mejor manera la ansiedad de separación, especialistas sugieren llevar a cabo las siguientes medidas:

-Intentar no empezar a llevar al niño a una guardería o jardín de infancia donde lo cuidará una persona desconocida entre los 8 meses y un año de edad. Igualmente, intentar no separarse del pequeño cuando él esté cansado, tenga hambre o esté inquieto.

-Realizar prácticas con el niño sobre estar separados e irle presentando, poco a poco, a personas y lugares nuevos. Una buena idea es invitar a un familiar antes para que pasen un tiempo los dos juntos, mientras los padres está en la misma habitación.

Crear un ritual de despedida, donde se pueda decir al niño ‘adiós’ de forma agradable y cariñosa, pero también con firmeza y sin vacilaciones. Mantener la calma y dotar de confianza al niño.

-Es importante que los padres se aseguren de regresar cuando hayan prometido hacerlo. Esto es fundamental para que los niños desarrollen la confianza necesaria para afrontar una separación de la mejor manera.

 

Vía: Kid’s Health