Es común sentir que nos falta el aire cuando subimos escaleras o corremos un largo trayecto. Sin embargo, hay personas, incluso niños, que experimentan esa sensación sin haber hecho un gran esfuerzo. A esto se le conoce como disnea.

La disnea puede ser un problema de salud subyacente. Sin bien suele ocurrir en reposo, la sensación es peor cuando se está físicamente activo o al acostarse. Además, puede tener otros síntomas, como tos o fiebre.

Entre las causas de la disnea, destacan las siguientes.

  • Asma.
  • Enfermedades pulmonares.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Ataques de pánico.
  • Alergias.

¿Qué puedes hacer si tu hijo padece disnea?

La falta de aire acompañada de tos o fiebre, puede relacionarse con una infección en el pecho o neumonía. Es importante visitar a un médico para encontrar la causa del problema respiratorio.

En ocasiones, es necesario realizar una tomografía computarizada (TC), así como un análisis de sangre.

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Prevención

La prevención de la disnea depende de la causa. Si la disnea de tu hijo es provocada por alergias, pueden prevenirla al identificar el desencadenante.

Si el problema te sucede a ti, es importante abandonar el tabaquismo y realizar actividades físicas que te permitan tener una buena calidad de vida, sin problemas respiratorios. De igual forma, debes encontrar los desencadenantes, como químicos presentes en tu trabajo, entre otros.

Sin importar quién de la familia padezca este problema, es esencial trabajar de la mano con un médico para encontrar un plan de control personalizado. ¡No te automediques! Sólo un profesional en salud puede sugerir la ingesta de medicamentos.

 

Vía: Family Doctor