Para las mujeres, una mamografía representa un paso clave para mantener tanto a sus senos como a ellas mismas sanas. Pero si no te has realizado una mamografía antes, saber qué esperar puede aliviar los temores e incomodidad que puedas tener.

Una mamografía es un tipo de radiografía que produce imágenes del tejido mamario. Los radiólogos examinan las imágenes para determinar si hay áreas anormales en dicho tejido que podrían ser indicadores de cáncer. La mama descansa sobre una placa y una paleta flexible curva comprimirá la mama contra la placa para extender e inmovilizar el tejido. Esto brinda una imagen más clara y la dosis de radiación más baja posible. Los resultados de tu mamografía suelen estar disponibles el mismo día o al día siguiente.

Cómo hacer que las mamografías sean más cómodas

Las mamografías son rápidas y no invasivas. Algunas mujeres pueden tener un malestar leve, pero es breve y la mayoría lo encuentran tolerable, explicó la doctora Gail Starr, directora y radióloga de diagnóstico en el Instituto Betty Torricelli para el Cuidado de los Senos, parte del Centro Médico de la Universidad Hackensack y de The Breast Center en el Centro Médico Palisades (Estados Unidos).

La doctora Starr señala que el momento en el cual realices tu mamografía es muy importante, ya que puede reducir la posibilidad de dolor.

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Trata de no programar tu mamografía para la semana previa a tu período ni durante el mismo. Tus senos pueden estar hinchados o sensibles durante este tiempo, lo que podría hacer que tu mamografía sea más incómoda. Además, para algunas mujeres, la cafeína puede contribuir a cambios fibroquísticos y causar dolor en los senos. Reducir el consumo de cafeína puede resultar útil», aconsejó.

«Cualquier mujer que experimente un dolor intenso durante la mamografía debe alertar al técnico o técnicos de inmediato. Trabajarán contigo para que esta sea la mejor experiencia posible. Nuestro objetivo es obtener imágenes de la más alta calidad con poca o ninguna molestia», agregó.

RECUERDA: La mamografía no suele ser dolorosa, solo incómoda, y el valor de la prueba supera cualquier dolor que pueda causarte.

Los expertos recomiendan empezar a realizar mamografías de detección anualmente a partir de los 40 años para las mujeres con riesgo medio, pues los resultados de la evaluación del riesgo de cáncer de mama ayudarán a guiar a las mujeres y a sus médicos a desarrollar planes informados y personalizados.

 

Vía: Hackensack Meridian Health