La actividad física es esencial para mantener una buena salud física y mental. Sin embargo, especialistas recomiendan nivelar los días de actividad moderada con los días de entrenamiento intenso, esto para evitar lesiones o daños al cuerpo.
Así como se busca un balance físico, es importante encontrar el mismo equilibrio en la dieta. Es decir, no todo es restricciones, ni consumir vorazmente proteína para agrandar los músculos. Ciertamente, los días de entrenamiento deben estar acompañados de una alimentación enfocada al aguante, es decir, adecuada a las necesidades de cada deportista, pero ¿qué se recomienda comer los días de descanso?
El secreto está en no modificar mucho la dieta, con el fin de no obstaculizar los objetivos del entrenamiento —perder peso, moldear, aumentar la masa muscular, entre otros—. No es necesario limitar la ingesta de calorías, pero tampoco lo es aumentar las porciones de las comidas.
Los días de descanso son parte importante de los entrenamientos. Es el momento ideal para que el cuerpo se recupere con ayuda de los nutrientes provenientes de la dieta. Toma en cuenta que sí puedes darte algunos lujos y antojitos, pero no debes excederte en alimentos que normalmente no consumes.
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Recomendaciones
- Realiza un desayuno balanceado.
- Come saludable y no olvides las colaciones durante el día.
- Cena ligero y limita el consumo de alimentos pesados.
- Consume productos naturales ricos en calcio, vitamina D y hierro —frutas, vegetales y legumbres—.
- No olvides mezclar tu proteína con granos enteros.
- Hidrátate, no importa que ese día no tengas que entrenar —2 litros de agua al día—.
Considera que los días de descanso son necesarios. En caso de que debas tomar más días para recuperarte de una lesión, hazlo. Forzar a tu cuerpo podría ser contraproducente a largo plazo.
Vía: Runner’s World