Protege a tu corazón del estrés y la depresión.2Tu corazón puede pagar un precio muy alto cuando te encuentras estresado o deprimido. Pero existen varias opciones que puedes optar por realizar para ayudar a aligerar la carga.

Ante ello, la Asociación Americana del Corazón recomienda:

Identificar la fuente de tu estrés o depresión, y encontrar maneras de lidiar con ella. Esto puede significar asistir a terapia psicológica.
Ejercer la práctica de hábitos saludables, como llevar a cabo una caminata diaria. De igual manera, no te exijas demasiado, o no vayas demasiado rápido.
Elabora un plan de alimentación saludable. Evita a toda costa la comida chatarra cuando te sientas estresado.
Asegúrate de que los cambios que hagas para llevar un estilo de vida saludable sean uno a la vez, en lugar de tratar de cambiar todo al mismo tiempo.

No olvides que el estrés y la depresión son una realidad de la vida, pero cuando comienzan a acumularse, pueden afectar tu salud física y mental. Tener demasiado de ambas afecciones suele ser muy malo para el corazón.

Cuando estamos estresados o deprimidos solemos hacer cosas que son malas para nuestra salud cardiaca, entre ellas fumar, beber demasiado o comer alimentos ricos en grasa, azúcar y sal.

Incluso por sí solo, el estrés constante puede tensionar tu corazón de varias maneras: aumenta la presión arterial, aumenta la inflamación en el cuerpo, puede elevar el colesterol y los triglicéridos en la sangre, e incluso, en el caso de estrés extremo, puede hacer que tu corazón palpite fuera de ritmo.

El estrés puede ser más perjudicial si padeces alguna cardiopatía, ya que podrías sentir más dolor, tener más problemas para dormir y tener menos energía para la rehabilitación. La depresión también podría aumentar el riesgo de otro ataque al corazón y dificulta más que la persona crea que va a estar sana de nuevo.

Por eso es importante encontrar formas saludables como las mencionadas al inicio, que permitan hacerle frente al estrés y la depresión. Si estas condiciones dificultan la realización de tus actividades diarias, acude con tu médico, quien podrá recomendarte la terapia más adecuada que te ayude a mantener las situaciones o los sentimientos estresantes bajo control.

 

Vía: HealthDay News, National Library of Medicine