i--comida-ninosUn estudio reciente afirma que desórdenes como la ira o los problemas emocionales en edades preescolares pueden desencadenar problemas de conducta mayores conforme vayan creciendo.

Los especialistas aseguran que los problemas de conducta llevan a los niños pequeños a tener dificultades para seguir reglas o comportarse de forma adecuada. El autor principal del estudio el doctor Ji Su Hong aseguró que los niños en edad prescolar que tienen conductas violentas son más propensos a desarrollar desordenes de conducta, esos síntomas, apuntó, tienden a predecir un desorden de conducta al llegar a una edad escolar.

El especialista recomendó a los padres de los niños que presenten conductas como ira incontrolable, robar, arrojar juguetes y destrucción sean llevados con un especialista en la salud mental para diagnosticar y tratar estas conductas que pueden convertirse en un futuro en un problema de conducta.

Para el estudio fueron analizados 273 niños en edad prescolar. En un primer paso, los investigadores entrevistaron a los cuidadores de los niños sobre su salud mental, el siguiente paso fueron entrevistas de diagnóstico.

Entre los síntomas de problemas de conducta presentados por los niños estaban: agresión, actitud desafiante, destrucción, robo y problemas de socialización, todo en un alto grado.

Los niños que muestran estos síntomas son más vulnerables a continuar exhibiendo conductas antisociales y desórdenes de conducta sintomáticos conforme van creciendo.

Los investigadores encontraron que casi la mitad de las familias de estos niños con problemas de conducta venían de hogares de bajos recursos, el 57 por ciento vivía en hogares con un solo padre o no vivía con ninguno de los padres y cerca de la mitad sufrió algún tipo de abuso o maltrato en el hogar.

Es de suma importancia que lo niños con estos problemas sean sometidos a un tratamiento de desórdenes de conducta para ayudarlos a adaptarse al mundo, pues si acarrean estos problemas en un futuro podrían tener problemas para conservar un trabajo o tener relaciones interpersonales problemáticas, concluyeron los investigadores.

 

Vía: Medical News Today