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Las pacientes con cáncer de mama enfrentan múltiples obstáculos, uno de ellos es tener problemas a la hora de dormir y sentir fatiga. Sin embargo, la práctica de yoga aparece como un aliado para superar estas adversidades.

No poder dormir, tener somnolencia diurna y fatiga a lo largo del día, son problemas habituales entre las pacientes que padecen cáncer de mama y que se someten a quimioterapia. Pero practicar yoga puede proporcionar beneficios duraderos para estas pacientes, según encontró un reciente estudio estadounidense.

Las mujeres que recibieron clases particulares de yoga, a la par de su tratamiento para combatir el cáncer de mama, reportaron tener menos problemas para dormir y menos somnolencia diurna a largo plazo, en comparación con las pacientes que solamente recibieron el tratamiento tradicional, indicaron los investigadores.

Resulta esperanzador ver que las mujeres que practicaron yoga fuera de las clases dormían mejor con el paso del tiempo”, dijo Lorenzo Cohen, autor del estudio y director del programa de medicina integradora del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas, en Estados Unidos.

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Cohen y su equipo de investigadores recomendaron a las pacientes que actualmente reciben tratamiento contra el cáncer de mama, complementarlo con clases particulares de yoga. De dos a tres días de la semana.

“Las investigaciones anteriores habían establecido que el yoga reduce de forma efectiva los problemas de sueño en los pacientes de cáncer, pero no habían incluido grupos de control activos o un seguimiento a largo plazo. Este estudio tenía la esperanza de abordar estas limitaciones de los estudios previos”, expuso la especialista.

Durante el estudio, que aparece en la edición online de la revista especializada Cancer, las mujeres recibieron clases individuales de yoga con un instructor por lo menos dos veces a la semana. Las clases tuvieron una duración de entre 75 y 90 minutos.

El tipo de yoga que recomendaron los especialistas es el tibetano, el cual se centra en aumentar la memoria y concentración, disminuir la ansiedad, mejorar la calidad de vida, incrementar la capacidad cardiopulmonar, y evitar desórdenes energéticos y emocionales.

 

Vía: MedlinePlus