En la actualidad, existe una gran cantidad de complementos dietéticos de venta libre en el mercado, la mayoría de ellos dirigidos a adolescentes y adultos jóvenes.

Sin embargo, estudios recientes han comprobado que la gran mayoría de estos complementos no solo no cumplen con sus promesas, sino que su consumo frecuente puede generar diversos problemas de salud graves.

Un buen porcentaje de estos complementos dietéticos prometen ayudar a las personas que los consumen a perder peso, aumentar la masa muscular e incrementar la energía, lo que los hace atractivos a los ojos de los consumidores jóvenes.

Conoce más: ¿Tomar multivitamínicos beneficia mi salud cardíaca?

“Sabemos que los jóvenes comúnmente son el objetivo del mercadeo de esos productos y los utilizan”, indicó Flora Or, autora principal de un estudio al respecto e investigadora en la Iniciativa de Entrenamiento Estratégico para la Prevención de los Trastornos de la Alimentación de la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, en Boston, Estados Unidos.

¿Por qué no se recomienda su consumo?

Or y su equipo de investigación encontraron que tomar esta clase de complementos podría aumentar el riesgo de los adolescentes y adultos jóvenes a desarrollar “graves problemas médicos”.

De acuerdo con el estudio, que fue publicado en la edición online de la revista especializada Journal of Adolescent Health, la ingesta frecuente de complementos para perder peso, aumentar la masa muscular y la energía se vinculó con un riesgo casi tres veces más alto de problemas médicos graves, en comparación con las vitaminas.

Los resultados de esta investigación se suman a las conclusiones obtenidas por estudios previos, en donde se ha vinculado a estos complementos con un mayor riesgo de sufrir accidente cerebrovascular, cáncer de testículo y daño hepático.

Recomendación

Expertos en salud desaconsejan totalmente consumir este tipo de complementos, ya que la gran mayoría de ellos contienen entre sus ingredientes medicamentos adulterados, sustancias prohibidas, metales pesados, pesticidas y compuestos químicos peligrosos.

 

Vía: Health Day News