Todos hemos pasado por un escenario similar: recorrer los pasillos de un supermercado sintiendo una inmensa sensación de hambre y, debido a ello, echar al carrito múltiples alimentos sin prestar mayor atención a lo que contienen.

Esta escena es, lamentablemente, más común de lo que pensamos en la actualidad. Y más allá de ser una anécdota graciosa, puede terminar pasando factura a la salud integral si se repite con demasiada frecuencia.

De acuerdo con una reciente investigación británica, cuando las personas sienten hambre a niveles intensos, pueden ingerir alimentos poco saludables y potencialmente peligrosos para la salud.

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Cuando se acude al supermercado con exceso de hambre “no solo es probable que compres algo de más”, sino que realices combinaciones extrañas de alimentos que pueden ser perjudiciales para la salud, indicó Michael Crossley, autor de la investigación y neurocientífico en la Universidad de Sussex, en Inglaterra.

¿A qué se debe?

“La percepción que tienes de todo se altera ligeramente cuando tienes hambre”, apuntó el experto, motivo que explicaría las veces que has ido al supermercado y te has arrepentido de haber comprado ciertos alimentos.

El estudio encabezado por Crossley encontró que, durante periodos largos de escasez de alimentos, el cerebro humano está preprogramado para “probar lo que sea”, sin importar que se trate de estímulos desagradables o alimentos potencialmente peligrosos que, en condiciones normales, una persona comúnmente evitaría comer.

“En cuanto estás en esta situación comerás cualquier cosa solo para alimentarte un poco. Todo se trata de maximizar la ingesta alimentaria”, explicó.

Recomendación

Al sentir hambre en demasía, el cerebro permite generalizar percepciones de la comida e ignorar si un alimento es particularmente saludable o si está en buenas condiciones, por tal motivo, Crossley recomienda evitar salir de compras cuando se esté hambriento en exceso.

 

Vía: The New York Times