A pesar de que es muy común que los pacientes que padecen Parkinson tienden a perder peso, un reciente estudio demostró que perder peso de forma temprana durante la enfermedad puede empeorar sus efectos.
Las personas que pierden peso en las primeras etapas de la enfermedad de Parkinson pueden sufrir una forma más grave del trastorno del movimiento. Cabe destacar que el Parkinson es una enfermedad crónica que se caracteriza por temblores, problemas para coordinar, así como lentitud y/o rigidez; hasta ahora no se conocen sus causas ni su cura.
Anne-Marie Wills, doctora del instituto de investigación neurológica clínica del Hospital General de Massachusetts, explicó que «los pacientes que experimentan una pérdida de peso temprana parecen tener una forma más grave y sistémica de la enfermedad, quizá debido al involucramiento del sistema neuroendocrino [sistema nervioso junto con el sistema endocrino, este sistema controla las actividades rápidas del cuerpo como por ejemplo las contracciones musculares] o del sistema nervioso gastrointestinal, mientras que los que aumentan de peso podrían tener una forma más leve de la enfermedad».
Wills redondea su comentario al decir que «sospecho que podríamos estar observando varios subtipos de esta enfermedad”.
El estudio fue llevado a cabo entre 2007 y 2013, para su elaboración los investigadores examinaron datos de más de mil 600 personas que habían sido diagnosticadas con Parkinson; 77% de los pacientes mantuvieron el mismo peso de forma estable, 9% perdieron peso y 14% aumentaron de peso durante el estudio.
Los pacientes que perdieron peso presentaron síntomas que empeoraban con mayor rapidez; mientras que en los pacientes que ganaron peso los síntomas empeoraron de forma más lenta.
«Dado que esta es solo la primera observación de esta asociación en el Parkinson, no podemos recomendar ningún cambio al estándar clínico en estos momentos», concluyó Wills y recomendó que antes de tomar cualquier decisión es indispensable comentarlo con un médico.
Vía: Health Library
