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Según un nuevo estudio francés publicado esta semana en la revista Diabetologia, el 10% de los pacientes con diabetes y COVID-19 fallecen una semana después de haber ingresado a un hospital, y el 20% necesita ventilación mecánica para poder respirar. El trabajo es el primero en investigar cómo el COVID-19 afecta a los pacientes con diabetes.

Los investigadores analizaron datos de más de 1,300 pacientes con diabetes y COVID-19, con una edad promedio de 70 años, quienes fueron hospitalizados en Francia durante el mes de marzo. De ellos, el 89% tenía diabetes tipo 2, el 3% diabetes tipo 1 y el resto otros tipos de diabetes.

El estudio halló que 1 de cada 5 pacientes habían sido colocados en un respirador en cuidados intensivos dentro de los siete días posteriores a su ingreso hospitalario, y 1 de cada 10 había muerto; asimismo, el 18% había sido dado de alta.

«Los factores de riesgo para la forma grave de COVID-19 [en pacientes con diabetes] son ​​idénticos a los encontrados en la población general: edad e IMC [peso]», dijeron los investigadores, quienes fueron dirigidos por el doctor Bertrand Cariou y el doctor Samy Hadjadj, médicos especialistas en diabetes del Hospital Universitario de Nantes.

El control deficiente del azúcar en sangre no pareció afectar el resultado de los pacientes, pero las complicaciones diabéticas y la edad avanzada se relacionaron con mayores probabilidades de muerte.

También lo fue un índice de masa corporal (IMC) más alto, una estimación de la grasa corporal basada en el peso y la altura. Los pacientes con un IMC más alto también mostraron más probabilidades de necesitar un ventilador.

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El estudio halló que el 47% de los pacientes tuvo complicaciones en los ojos, los riñones o los nervios (microvascular), y el 41% mostró complicaciones en el corazón, el cerebro y las piernas (macrovascular).

De acuerdo con los investigadores, tales complicaciones aumentaron más del doble el riesgo de muerte de un paciente cuando se llegó al día siete de la hospitalización.

La edad también fue clave. Los pacientes de 75 años y mayores tuvieron 14 veces más probabilidades de morir que los pacientes menores de 55 años. Los pacientes entre 65 y 74 años mostraron el triple de riesgo de muerte en comparación con los menores de 55 años.

Además, la apnea obstructiva del sueño y la falta de aliento casi triplicaron el riesgo de muerte de un paciente, y un IMC más alto aumentó las probabilidades de requerir un ventilador o la muerte, reveló el estudio.

Las mujeres tuvieron un 25% menos de probabilidades que los hombres de morir o necesitar un ventilador, pero la diferencia estadística resultó dudosa, indicaron los investigadores. Pero cuando se centraron solo en los fallecimientos, el riesgo para hombres y mujeres fue casi el mismo.

Finalmente, el estudio confirmó que la insulina y otros tratamientos para el control del azúcar en sangre no aumentan las probabilidades de COVID-19 grave, por lo que deben continuarse en los pacientes con diabetes, enfatizaron los autores.

 

Vía: Health Day News