No es solo la flacidez lo que envejece un rostro, sino también la pérdida de grasa debajo de la piel, así lo reveló un nuevo estudio publicado en la revista Plastic and Reconstructive Surgery.

Los resultados podrían ayudar a los cirujanos plásticos a dar a sus pacientes un aspecto más natural, señalaron los autores.

Para el estudio, los investigadores analizaron tomografías computarizadas de los rostros de 19 personas, tomadas con al menos una década de diferencia.

Los participantes del estudio tenían una edad promedio de 46 años al momento del primer escaneo, y de 57 años en promedio al momento del segundo.

Los pacientes no se sometieron a cirugía de estiramiento facial ni a otros procedimientos cosméticos. Los escáneres fueron útiles para medir cambios en los depósitos de grasa en la zona media de la cara, que es el área entre los ojos y la boca.

El volumen total de grasa facial disminuyó en aproximadamente un 12% en la exploración de seguimiento. El volumen de grasa en el compartimento superficial, que está justo debajo de la piel, disminuyó en un promedio de 11%, mientras que hubo una mayor pérdida en el compartimento de grasa facial profundo, teniendo una reducción promedio de más del 18%, hallaron los investigadores.

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Los resultados apoyan la teoría de la pérdida de volumen.

«En particular, creemos que la pérdida de grasa facial profunda elimina el apoyo de la grasa superpuesta», indicó el doctor Aaron Morgan, del Medical College of Wisconsin, en Milwaukee (Estados Unidos), y autor del trabajo.

«Esto provoca la profundización del pliegue nasolabial, que va desde la nariz hasta la boca. Por otra parte, la pérdida de grasa más cerca de la superficie hace que las mejillas parezcan desinfladas», explicó el experto.

Lo anterior también explicaría la pesadez de la papada y el hundimiento alrededor de los ojos que suelen ser parte del envejecimiento, apuntaron los autores.

«Para empezar, la parte superior de la cara tiene menos grasa, por lo que la pérdida de grasa es más evidente. Por el contrario, la mejilla o el área bucal tienen una pérdida de grasa relativamente pequeña, por lo que dicha área luce más llena a medida que ocurren cambios en otras áreas de la mitad del rostro», refirió Morgan.

«Creemos que nuestros hallazgos ayudarán a los cirujanos plásticos a diseñar enfoques más naturales para el rejuvenecimiento facial, con el objetivo de recrear la distribución de la grasa facial de la juventud. Esto demuestra que hay disminución del volumen en los tejidos durante el envejecimiento, y no solo flacidez. Por lo tanto, debe hacerse un reemplazo de volumen y llevarse a cabo los procedimientos quirúrgicos requeridos para intentar recrear el rostro juvenil», concluyó el investigador.

 

Vía: Health Day News