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Las mujeres embarazadas con COVID-19 que dan a luz por cesárea podrían tener un mayor riesgo de complicaciones que les afecten a ellas y a sus bebés, así lo sugiere una investigación reciente publicada en la revista Journal of the American Medical Association.

El estudio se centró en 82 mujeres con COVID-19, cuatro de ellas con síntomas graves, que dieron a luz en hospitales de España. Del total, 37 tuvieron partos por cesárea, incluidas 8 como resultado directo de problemas con COVID-19.

Casi el 30% de los bebés que nacieron por cesárea tuvieron que ir a la unidad de cuidados intensivos neonatales, en comparación con menos del 20% de los bebés que nacieron por vía vaginal, señalaron los investigadores.

«La cesárea solo debe hacerse cuando haya una indicación para ello, sin importar el COVID», dijo el doctor David Baud, de la unidad de investigación materno-fetal y obstétrica del Centro Hospitalario Universitario de Lausana, Suiza.

Baud subrayó que una cesárea no debe realizarse solo porque la madre tiene COVID-19 o para prevenir la transmisión del virus al bebé.

Añadió que los riesgos asociados con una cesárea aumentan cuando la madre tiene COVID-19. El estudio halló que las mujeres que tuvieron una cesárea tenían más probabilidades de terminar ellas mismas en la unidad de cuidados intensivos. También mostraron más probabilidades de padecer obesidad, de requerir oxígeno cuando ingresaron al hospital y de tener radiografías de tórax anormales.

Ninguna de las madres que dieron a luz por vía vaginal desarrolló problemas médicos graves, mientras que casi el 14% de las mujeres que tuvieron una cesárea fueron trasladadas a la UCI.

Según el estudio, solo el 5% de las mujeres cuyos partos fueron por vía vaginal vieron empeorar su COVID-19, en comparación con el 22% que tuvo una cesárea.

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No se sabe si el COVID-19 puede transferirse a un bebé en el útero, pero esta investigación arrojaría algo de luz sobre dicha posibilidad.

De 72 recién nacidos evaluados para COVID-19 dentro de las seis horas posteriores al nacimiento, el 4% dieron positivo para el virus. Repetir la prueba después de 48 horas encontró que todo resultó negativo. Ninguno de estos bebés desarrolló síntomas de COVID-19 en 10 días, indicaron los autores del estudio.

No obstante, dos bebés que nacieron por cesárea desarrollaron síntomas de COVID-19 dentro de los 10 días siguientes. Ambos tuvieron contacto con sus padres inmediatamente después del nacimiento, señalaron los investigadores. Sus síntomas se resolvieron en dos días.

El doctor Adi Davidov, presidente asociado de obstetricia y ginecología del Hospital de la Universidad de Staten Island, en Nueva York, revisó los hallazgos del estudio, y dijo que «no es sorprendente que las mujeres que requirieron una cesárea tuvieran peores resultados».

Las mujeres con COVID-19 que requieren una cesárea generalmente están mucho más enfermas, apuntó Davidov. Tendría sentido que sus resultados sean peores.

Aunque los autores trataron de controlar muchos factores, resaltaron que es casi imposible controlar cada variable en este tipo de estudio observacional.

«A pesar de estas variables de confusión, es seguro decir que, siempre que sea posible, el mejor modo de parto es el vaginal. Y esto es particularmente cierto para las mujeres que tengan o no COVID-19», finalizó Davidov.

 

Vía: Health Day News